Cuando hacemos una presentación oral estamos ante un público que nos ve y nos oye. Por ello, es muy importante cuidar el lenguaje corporal y la expresividad de la voz.
– El lenguaje corporal.- La persona que habla en público debe dominar el escenario en el que se mueve, actuando con naturalidad:
- La posición del cuerpo y la expresión facial han de ser lo más distendidas posibles.
- Debemos controlar nuestros gestos, evitando la gesticulación excesiva auque debemos remarcar con ademanes oportunos aquello que estamos diciendo.
- La mirada es un elemento fundamental, ya que hay que mantener el contacto visual con el auditorio, dirigiéndose al conjunto y no a una persona concreta.
– La expresividad de la voz.- Nuestra pronunciación debe ser clara y el volumen de voz adecuado para que el mensaje llegue con nitidez al auditorio. Debemos evitar hablar en voz demasiado baja o gritar. Una entonación modulada, acompasada a los contenidos, contribuirá al éxito de nuestra actuación. Hay que evitar tanto el hablar demasiado rápido como la monotonía, ya que el auditorio puede acabar perdiéndose o aburriéndose, provocando que se desentienda del mensaje.
Para desarrollar de forma adecuada la presentación, debemos seguir estas normas:
- Seguir el esquema fijado en el guión que hemos elaborado previamente.
- Explicar al principio el tema que vamos a tratar y la estructura que va a tener nuestro discurso.
- Empezar nuestra exposición de una manera que resulte atrayente al público. Si se consigue captar desde el primer momento la atención del oyente, este seguirá con mayor interés las fases posteriores de la presentación.
- Durante la intervención, hay que proporcionar al oyente ideas fundamentales. Se puede destacar esas informaciones empleando un tono más enfático o indicando directamente la importancia que les atribuimos.
- Debe finalizarse la intervención retomando las líneas fundamentales de la presentación y resumiendo las distintas conclusiones analizadas.
El orador ha de prestar atención a las reacciones del público y reorientar su presentación en función de ellas; si vemos que nuestro auditorio se aburre o se distrae, debemos dotar de mayor expresividad nuestra intervención o introducir algún elemento que evite la monotonía: preguntas dirigidas al auditorio, pausas para recuperar la atención, cambios de tono, etc.
A veces, conviene emplear recursos visuales para ilustrar y amenizar la presentación. Se puede, por ejemplo: dibujar en la pizarra esquemas o gráficos, realizar una presentación de Power Point, traer material auxiliar (gráficos, cuadros, resúmenes, fotografias…) Este tipo de recursos ayuda a estructurar la exposición, facilita la comprensión y mantiene despierta la atención del público.
Con la presentación de Power Point, el oyente puede captar fácilmente las ideas fundamentales de la exposición. La exposición debe contener la información fundamental, presentándola de forma esquemática. Se recogerán las ideas principales de cada apartado, acompañándolo de aquellas imágenes o esquemas que sirvan para apoyar esas ideas o presentar datos complementarios. En todo caso, no hay que limitarse a leer el texto de las transparencias, sino que hay que utilizarlo de mero soporte pero desarrollando las ideas con tus propias palabras. Es recomendable seguir este esquema en la presentación: portada con el título del trabajo y los componentes del equipo, índice de los contenidos, desarrollo del tema, conclusiones finales y bibliografía consultada.
Tomado de:
http://rosamorenolengua.blogspot.com.es/2012/01/la-exposicion-oral.html