La memoria se utiliza en muchos ámbitos profesionales, tanto para describir detalladamente los proyectos y hechos futuros como los pasados. Por ejemplo, en el ámbito académico y en la investigación científica se utilizan para solicitar becas y proyectos de investigación (en este caso, como futuribles).
En el caso de las memorias como detalle de las actividades ya realizadas, nos encontramos ante un tipo de texto bastante parecido a los informes. Una memoria, en este sentido, sería como un informe de las actividades que se han llevado a cabo. Sin embargo, existe una diferencia: el informe se dirige al lector con el objetivo de que éste pueda tomar una decisión al respecto de un determinado tema, mientras que la memoria pretende sólo recoger la relación de actividades y de proyectos ya realizados, para que queden documentados, para que «queden en la memoria».
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